Santa Terezinha (Brasil), 3 feb (EFE).- La artista serbia Marina Abramović inauguró este sábado su primera obra interactiva en Brasil, «Generator», un muro de 25 metros de largo con cojines de cuarzo, destinada a que el público consiga «conectar con su corazón» en contacto con la pieza.
«No es una escultura, es algo que las personas tienen que usar», afirmó Abramović en la inauguración de la obra en el centro cultural en la Usina de Arte, en el noreste de Brasil, ante cientos de personas a las que animó a acercarse a los cristales y apoyar en ellos su cabeza, estómago y corazón.
La pieza cuenta con 12 grupos de cuarzo rosa extraídos del estado brasileño de Minas Gerais, en el sureste del país, donde la artista estuvo en 2012 investigando el potencial de los minerales en diferentes puntos de extractivismo.
La artista, reconocida internacionalmente por sus aportaciones al mundo de la ‘performance’, explicó que eligió el cuarzo porque «conecta con el corazón» y en el contexto de guerra y crisis global actual, es necesario que las personas puedan sentir «amor incondicional».
Abramović hizo hincapié en que es necesario «estar presente» con la obra y pasar todo el tiempo necesario, dejando el móvil apagado y quitarse el reloj, en lo que denominó una «desintoxicación de la tecnología».
Según la artista serbia, la sociedad está «contaminada» por la tecnología, que inicialmente servía para ganar tiempo, pero que se ha convertido en un «vicio» que aleja a las personas del momento presente.
«Generetor» pasará a formar parte de la colección permanente de la Usina de Arte, ubicado en la localidad de Santa Terezinha, en el estado de Pernambuco, cuyo jardín botánico alberga obras al aire libre de artistas como Juliana Notari y Regina Silvera.
Rodeada de hectáreas y hectáreas de plantaciones de caña, la Usina de Arte aprovecha el espacio de una antigua fábrica azucarera.
Como muchas otras factorías de la región noreste del país, tuvo que cerrar por la falta de competitividad con el producto del sur de Brasil.
El director de la Usina, Ricardo Pessoa de Queiroz, era hijo del propietario de esta fábrica y fue quien decidió emprender este proyecto artístico junto a su mujer en 2015.
Fuente: Infobae