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Cruce de opiniones entre la Fundación El Libro y la Secretaría de Cultura por la Feria 2024

Desde la cartera de Leonardo Cifelli hablan de “cifras millonarias para beneficio de unos pocos”. Para Alejandro Vaccaro, presidente de la fundación, “no pueden darle la espalda” a un gran acontecimiento cultural. El lunes 18 se reunirán por primera vez

Parece más, pero hace un año, el 14 de mayo, la Feria del Libro tuvo su revolución libertaria. Al grito de “¡Presidente, presidente!”, una pequeña multitud con remeras de leones amarillos recibió a Javier Milei, por entonces pre-candidato. La sala más grande del predio de la Rural, la José Hernández, estaba repleta. En primera fila, su hermana, Karina Milei, al lado de Carlos Kikuchi, quien entonces era su armador; y arriba del escenario, junto a Milei, el “prócer” del movimiento: Alberto Benegas Lynch (hijo). Fue la presentación del libro El fin de la inflación, un decálogo de ideas que hoy el presidente asegura estar aplicando.

“En la Feria están todas las ideologías. Bien lo puede decir el presidente Milei, que el año pasado lo recibimos. Somos plurales desde todo punto de vista: religioso, político, estético”. El que habla es Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro, organizadora de la Feria del Libro. Al cierre de esta nota, el gran evento literario de Buenos Aires —que en aquel entonces vivió un preludio de lo que se materializó en el ballotage—, no cuenta con el apoyo del Estado, puntualmente de la Secretaría de Cultura, a cargo de Leonardo Cifelli. Se alude a una cuestión presupuestario. A dos meses de una nueva edición, se tensa el vínculo. Sin embargo el lunes se reunirán por primera vez.

“Hacía casi dos meses que estábamos pidiendo una audiencia”, dice Vaccaro. Y finalmente la citación llegó: lunes, 10 AM.¿Qué esperan? “Dialogar”, responde Vaccaro. “Después la Secretaría puede tomar la decisión que crea más conveniente, si toma el stand o no lo toma. Si van a participar del acto inaugural o no, pero lo que nosotros queremos es que nos reciba y dialogar”. Desde la Secretaria de Cultura de la Nación expresaron a Infobae Cultura que se decidió “no gastar 300 millones en el stand” porque “en el contexto actual de crisis económica no se considera aceptable”.

“Eso no es cierto”, responde Vaccaro. “Para la Secretaría de Cultura no tenemos un valor fijo; es flexible, negociamos. En el peor de los casos te puede salir 80 millones, no 300. Hay una diferencia importante. Pero además, a esos 80 estamos dispuesto a negociarlos. En años anteriores hemos hecho canjes que no le cuestan nada a la Secretaría, y a nosotros sí nos beneficia”. La cartera de Cifelli ya le solicitó a la Conabip, según una alta fuente del organismo estatal, “que se contribuya a la compra de libros para las bibliotecas populares distribuidas en todo el país, asignando 400 millones para el apoyo a la compra de libros, en el programa Libros%, con fondos provenientes del impuesto al juego”.

“La inversión para que la literatura llegue a los niños de todo el país es una prioridad para la Secretaría de Cultura Nacional, no así que se usen cifras millonarias para beneficio de unos pocos”, le aseguraron a Infobae Cultura.

Sobre este punto, Vaccaro se pregunta: “¿A quién beneficia la industria del libro? Porque nosotros, la Fundación El Libro, somos una entidad civil sin fines de lucro: los consejeros trabajamos ad honorem ni pasamos gastos de ninguna naturaleza: viajes, traslados, comidas, café… nada. No sé quiénes son esos pocos. La que se beneficia con la Feria es la gente. A la Feria del Libro la hace la gente: el millón y pico de personas que va y disfruta de la bibliodiversidad y pluralidad que tiene la Feria”.

“El primer beneficiado es la gente, después la industria del libro. Pero no son unos pocos, son bastantes, afortunadamente. Hay escritores, libreros, gráficos, distribuidores, editores. El Secretario de Cultura lo debe saber: en la Argentina hay más de 450 editoriales, que son pequeñas y medianas empresas, aparte de las grandes corporaciones, las grandes multinacionales. Hay más de mil librerías. La Argentina está entre los cinco países con mayor librerías per cápita”, subraya Vaccaro.

Para la Fundación El Libro, el apoyo de la Secretaría no es solo una cuestión económica. Alejandro Vaccaro da vuelta el planteo: “Para nosotros es importante, pero más importante es para ellos. Ellos son políticos. Nosotros les pagamos el sueldo, como dicen los libertarios. A los funcionarios les pagamos el sueldo. Si quieren hacer una buena obra y que el sueldo esté bien pago, no pueden darle la espalda a uno de los acontecimientos culturales más importantes de Latinoamérica, que es la Feria del Libro. Está entre las cinco ferias más importantes del mundo. Sino va a quedar como un manchón, un mojón”.

“El año que viene, en 2025, vamos a cumplir cincuenta años. Hicimos la Feria en dictadura, en crisis, en la pandemia. Hicimos ferias virtuales. Estuvimos siempre. Porque siempre decimos: a la Feria la hace la gente. Nosotros podemos armar los stands de todo lo que vos quieras, pero si la gente no viene no hay Feria. Si en lugar de 1.300.000 personas vienen 50.000 no hay Feria”, agrega. ¿Y qué pasará este año? ¿Qué atmósfera se respirará en La Rural? ¿Cómo afectarán la coyuntura política y la situación económica a los debates, presentaciones y lecturas que allí se generan?

Además de la discusión económica, hay otro punto central en la antesala de la edición 2024 de la Feria del Libro de Buenos Aires: la presencia de funcionarios de la nueva gestión. “Yo no iría si fuera Cifelli”, dice Vaccaro, sin medias tintas.“Porque lo van a chiflar, no lo van a dejar hablar. Ahí es toda gente de la cultura y este gobierno lo primero que ha hecho es destrozar a la cultura. Querían cerrar el Instituto Nacional del Teatro, perjudicar al Incaa y al Fondo Nacional de las Artes. Este Gobierno se ha declarado enemigo de la cultura. En el acto inaugural hay alrededor de mil personas: aparte de funcionarios, la mayoría es gente vinculada al libro: editores, libreros, gráficos, escritores. Si fuera él, no iría. Pero una cosa es no ir y otra cosa es no recibirnos. Al menos para decirnos: no vamos. Son dos cosas distintas”.

Sobre este punto, desde la Secretaría de Cultura aseguran que les “encanta la Feria del Libro”. Pero, volviendo a la cuestión económica, indican que prefieren usar el dinero en la compra de “libros para que lean todos” en vez de lo que ellos consideran “propaganda oficial”.

Fuente: Infobae

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